Se trata de un joven aficionado a este tipo de actos vandálicos y al que se seguía el rastro desde hace varios meses. Los hechos se han puesto en conocimiento de la Autoridad Judicial instruyendo las diligencias correspondientes por un supuesto delito de daños, tanto en bienes de uso público como privado.
Además también se han formulado 49 denuncias administrativas por infracción al artículo 37.13 de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana cuya cuantía puede graduarse, atendiendo a diferentes factores, de entre 300 y 500 euros.
Este tipo de actividad ilícita está castigada como delito en el código penal ya que provoca importantes perjuicios tanto económicos como estéticos, y lo único que ocasiona es ensuciar las ciudades, y nunca debe confundirse con los grafitis artísticos ya que estos últimos además de estar autorizados son realizados por personas con habilidades artísticas cuyos trabajos son admirados por todos y suelen causar el efecto contrario del vándalo, es decir, que decora los muros, persianas, jardines etc., embelleciendo las zonas donde han sido realizados.