En concreto, la denuncia de Maite Espinosa y Francisco Noguera se refiere al campo césped artificial que se construyó con la subvención del Plan E, que ha sido utilizada en los últimos años por varias asociaciones y escuelas deportivas y que parte de su mantenimiento, además de los padres y madres, ha corrido a cargo de la propia Junta Municipal.
campo-futbol_mayayo_3En estos momentos, cuando están a punto de comenzar las competiciones, las instalaciones se encuentran en mal estado: papeleras a rebosar, casi todo el entorno del graderío cubierto de malas hierbas, porterías deterioradas, vallas del cercado por los suelos y barras de hierro que anteriormente se utilizaban como sombraje totalmente oxidadas. Otras de las cuestiones que llama la atención es que no haya una fuente de agua potable a disposición de los menores.
A ello hay que sumar que el terreno de juego se encuentra en mal estado debido a la falta de mantenimiento, que pone en peligro la práctica del fútbol, ya que en algunas zonas el caucho es tres veces más notable que la hierba artificial. Situación que se ha agravado tras el último Campeonato Nacional de Rugby, ya que tiene unos parches que solo pueden propiciar lesiones puesto que alguna parte de los mismos están despegados y la hierba está abrasada, puesto que en ningún momento a este campo se le instaló regadío como al resto de instalaciones de este tipo.
La zona de vestuarios, si se puede llamar así, no tiene el espacio adecuado y es insuficiente para un equipo de fútbol, ya que carecen de aseos donde poder hacer sus necesidades. Por lo tanto los chicos lo tienen que orinar en las duchas, que se encuentran al mismo nivel de donde los usuarios se cambian de ropa. Este problema se agrava desde que el UCAM Murcia Club de Fútbol utiliza las instalaciones municipales anexas, que se comunican entre sí, pero cuando son utilizadas últimamente colocan un guardia de seguridad en esa puerta para que no se pueda pasar de unas instalaciones a otras.