El Plan pretende transformar la vegetación forestal pasando de modelo de plantas de gran riesgo de incendio a un modelo con riesgo menor.
Gracias a este proyecto, se evita la propagación del fuego una vez iniciado el incendio y se asegura la persistencia a largo plazo, de la masa de pino carrasco dentro del espacio natural protegido en el que nos encontramos, frente a la acción de agentes externos, en este caso incendios forestales. Además las viviendas colindantes con el espacio municipal están protegidas de posibles incendios.
Retirada de árboles, podas de ramas de la parte inferior de los árboles para dejarlas limpias, y astillado (triturado de residuos mediante astilladora, consiguiendo la mejor adaptación de los restos vegetales triturados en el suelo) son los trabajos que se van a llevar a cabo.
Además, los residuos obtenidos de las podas serán sacados con la ayuda de un tractor para facilitar las tareas del astillado, y posteriormente pasar a la extracción de los mismos del monte.
Se han seleccionado como zonas de intervención en la finca municipal, las bandas de terrenos colindantes con urbanizaciones existentes y aquellas zonas que presentan densidades muy elevadas de pinos.